Los hábitos del día a día pueden ayudar con el ahorro de combustible

16 de febrero de 2022 5 minutos de lectura Sugerencias técnicas

La reducción de costes es siempre un punto importante para quienes quieren mantener su presupuesto bajo control. Y, para quienes conducen, es imposible hablar de reducción de costes sin tener en cuenta el ahorro de combustible, un elemento cuyo precio sufre constantes reajustes en muchos países, pesando cada vez más en el bolsillo de los conductores.

Pero mucha gente depende de su coche para trabajar, desplazarse y cumplir sus compromisos diarios; no siempre es posible abandonar simplemente este medio de transporte, y el camino es encontrar formas de mitigar este coste. Por eso, en este artículo, hemos separado algunas buenas prácticas que pueden ayudarte a abaratar tu vehículo. ¡Acompáñenos!

5 buenas prácticas que ayudan con el ahorro de combustible

Está claro que conducir un coche con un mantenimiento actualizado es una práctica obvia para quienes buscan un mayor ahorro de combustible. El estilo de conducción es otro factor decisivo para conseguir más kilometraje con menos gasolina. Sin embargo, algunas prácticas y hábitos que adoptas a diario pueden, sí, afectar al consumo sin que te des cuenta, ¡y por eso vamos a ver cómo evitarlos! Compruébalos:

1 – Regular el nivel de combustible

Llenar el depósito hasta casi rebosar o funcionar constantemente con la reserva son hábitos extremos que no son buenos para la salud del coche y que además contribuyen a aumentar el consumo. Si vas a utilizar el vehículo para enfrentarte, a diario, al tráfico urbano, llenar el depósito hasta la máxima capacidad no hará más que aumentar el peso del coche, incrementando el consumo.

Por otro lado, mantenerlo en reserva tampoco ayuda, ya que supone más espacio para la vaporización del combustible. Por lo tanto, la tasa de pérdida por evaporación aumenta y el nivel de gasolina desciende aún más rápido. Recuerde: estas diferencias pueden parecer insignificantes, pero estos residuos se acumulan con el tiempo, ¡y también los daños!

2 – Cuidado con el calibrado de los neumáticos

Imagina que empujas un coche con una rueda pinchada. Es una pena, exige más esfuerzo. Lo mismo ocurre con el motor del coche. Se exige más cuando los neumáticos no están calibrados. Así que no maltrate su motor. Cuando el neumático pesa dos kilos menos de lo recomendado por el fabricante, por ejemplo, el coche consume un 10% más de combustible.

En este caso, es importante adoptar una rutina de comprobación y ajuste frecuente de la presión, y un buen consejo es utilizar siempre el manómetro cuando vayas a la gasolinera a repostar. De este modo, evitará que le pillen por sorpresa y podrá mantener su consumo de combustible dentro de los parámetros ideales.

3 – Recuerda que el aire acondicionado es tu aliado

Apagar el aire en los días de calor y abrir las ventanas no es una buena idea si quieres ahorrar combustible. Y es que, sobre todo en carreteras y autopistas, las turbulencias de aire que entran en el habitáculo acaban alterando la aerodinámica y exigiendo un mayor esfuerzo al motor para mantener el vehículo en movimiento, aumentando el consumo aún más que si mantienes el aire acondicionado encendido con las ventanillas cerradas.

Y para afrontar el tráfico urbano, el consejo es mantener el aire acondicionado encendido a una temperatura más suave, ni al máximo ni al mínimo. Después de todo, no podemos olvidar que este equipo puede aumentar en un 20% -o incluso más- el consumo de gasolina, ¡ya que el compresor es accionado por la correa del motor!

4 – El cambio de aceite merece una atención especial

¿Siempre cambias el aceite y el filtro cuando llegan al kilometraje indicado en el manual? ¡Sí, es genial! Pero hay que tener en cuenta que la distancia recorrida no es el único criterio importante para identificar la necesidad de un cambio: ¡el lubricante también tiene fecha de caducidad!

Al cabo de cierto tiempo, los componentes del aceite se degradan y su capacidad se ve comprometida, aumentando la fricción de los componentes internos del motor y, en consecuencia, el consumo de combustible. Por lo tanto, vigílalo y adopta, como rutina, el hábito de basar siempre el cambio en el artículo que vence primero.

5 – El punto neutro es cosa del pasado

Aunque mucha gente cree que es económico dejar el coche en punto muerto, esta práctica no es recomendable. Si el coche está desacoplado y el freno motor no funciona, el sistema de frenado estará más exigido y puede fallar. En este caso, el consejo es dejar el motor entre 2 y 3 mil rpm. Si la marcha es demasiado alta y las rotaciones demasiado bajas, esto también puede consumir mucho combustible.

En este caso, el vehículo debe estar siempre en marcha. De este modo, consumirá menos combustible que si está en régimen de motor. La inyección electrónica identifica que no hay necesidad de acelerar y corta el combustible.

¿Lo tienes? Pues ponte a trabajar.

Es fácil ver que garantizar un mayor ahorro de combustible en el día a día no tiene por qué ser un gran problema, ¿verdad? Esperamos que estos consejos te hayan ayudado y, si tienes otras buenas ideas, compártelas con nosotros aquí.

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