Qué es el downsizing de motores

17 de marzo de 2021 5 minutos Todos los Mensajes Gestión

Quienes siguen de cerca el mercado automotriz saben que, a lo largo de las décadas, la búsqueda por la reducción de las emisiones contaminantes, la disminución del consumo de combustible y el aumento del rendimiento de los vehículos fueron los principales responsables por las transformaciones tecnológicas en este sector; así ocurrió, por ejemplo, con los anillos de los pistones. ¡Con el downsizing de motores, la misión no es diferente!

Para ir al grano, esta tendencia, que se está imponiendo lentamente en las fábricas de automóviles de todo el mundo, consiste en reducir el tamaño del motor para mejorar la eficiencia del automóvil. La idea central es mantener la potencia, el torque y la respuesta del acelerador para que el conductor no sienta que el ahorro de combustible está asociado, por ejemplo, a una menor agilidad del coche. Aquí es donde entran en escena los motores de 3 cilindros.

El papel del motor de 3 cilindros

En primer lugar, hay que tener en cuenta que «downsizing» es una palabra prestada del inglés y significa reducción de tamaño. Aclarar este origen es importante porque, en muchos casos, el concepto de reducir el tamaño de los motores se ve con recelo: ¿significa que el motor de su coche será más pequeño, con piezas más pequeñas y una potencia reducida? No es exactamente así.

Entre otras cosas, porque la tecnología de downsizing, a pesar de ser cada vez más popular, no es necesariamente una novedad para quienes se dedican a la ingeniería automotriz. En vez de crear «motores en miniatura», el concepto está más relacionado con el desarrollo de soluciones que puedan ofrecer más con menos. Es el caso de los motores de 3 cilindros.

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Llevando esta conversación directamente al taller mecánico y adoptando el viejo y querido español, la idea de crear un motor sin los 4 cilindros de serie es poner en circulación un coche que «consuma» menos combustible. Basta con hacer cuentas: si se quema una menor cantidad de combustible, la emisión de contaminantes disminuye, así como el consumo de gasolina, alcohol y similares.

Además, este tipo de motor, con su reordenación más moderna, aporta otras ventajas que se perciben a lo largo de la vida útil del vehículo, como la reducción del peso total y de la fricción interna. Todo muy fascinante e innovador, es cierto. Pero, en todo este escenario, ¿qué pasa con el rendimiento? Al fin y al cabo, un motor de 3 cilindros es incapaz de ofrecer las prestaciones y la velocidad de un motor de 4 cilindros, ¿verdad?

Hace unos años, eso podría haber sido cierto. Esto se debe a que, durante mucho tiempo, la potencia y el torque de los motores de los automóviles estaban asociados a mayores cantidades de litros y número de cilindros. Por lo general, un motor «más grande» era más potente que uno «más pequeño». Sin embargo, el escenario cambió con la llegada del turbocompresor y la inyección directa de combustible, tecnologías que dieron nuevos horizontes a los motores de tamaño reducido.

Downsizing de motores: después de todo, ¿qué cambia?

Vamos por partes. En primer lugar, conviene recordar que la compresión dentro de los cilindros del motor es la gran responsable de determinar la potencia del vehículo.

Allí adentro, cuando la mezcla de aire y combustible es presionada por el pistón, la cantidad de presión aplicada antes de la explosión dictará la fuerza con la que el pistón será empujado, dando movimiento al coche.

Por eso, con la tecnología del turbocompresor, este conjunto ha llegado a ser considerado el verdadero corazón palpitante detrás del downsizing de motores. El turbo utiliza los gases expulsados por el escape del motor para hacer girar un par de turbinas que están directamente conectadas a un compresor.

Funciona así: los gases generados por el funcionamiento del motor hacen que la turbina gire automáticamente. Cuanto más gire, mayor será la cantidad de aire que se introducirá en el sistema de admisión.

Este aire, a su vez, aumentará la compresión dentro de las cámaras de combustión, lo que requiere que también tenga más combustible para quemar. El resultado es un aumento de la potencia generada por el motor. Por lo general, cuando se utilizan turbocompresores, se define la presión utilizada.

Cuanto mayor sea la presión, mayor será la potencia extraída. Esta característica, sumada a la constante evolución de las tecnologías de inyección directa, permite que el motor de 3 cilindros tenga un rendimiento tan eficiente como el de sus hermanos mayores.

Y si ha llegado a la conclusión de que todos estos cambios exigirán una calidad cada vez mayor de las piezas y componentes del motor, su razonamiento no puede ser más correcto. Al fin y al cabo, ésta ha sido siempre la dinámica imperante en el sector automotriz: mientras las montadoras de automóviles desarrollan tecnologías para simplificar y agilizar la rutina del conductor, las fundiciones y metalúrgicas invierten mucho en innovación para crear componentes a la altura.

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