Quien trabaja con motores sabe que el buen funcionamiento de todos sus componentes, especialmente de las piezas que forman parte del cabezal, dependen bastante de la camisa de cilindro. Esto es porque la función principal de esta pieza es hacer el sellado de la cámara de combustión, permitiendo el intercambio térmico de calor por todo el bloque. Es decir, la camisa de cilindro guía el movimiento rectilíneo del conjunto del pistón, sellando los gases en expansión resultantes de la combustión y disipando las temperaturas generadas por la fricción.
Inserto aplicado para mantener la integridad del bloque, aumentando mucho su vida útil, la camisa de cilindro se produce en las más diversas sobremedidas. Esto es porque cada bloque de motor tiene sus particularidades, tamaños y diámetros, y por eso estas piezas necesitan estar disponibles en gran variedad.
Aquí en Riosulense, incluso, tenemos una de las líneas más completas del mercado, con materiales alternativos para diversas aplicaciones especiales, así como el trabajo con la fabricación de bujes brutos, que se puede adaptar a sus propias rectificadoras en el caso de bloques raros o piezas difíciles de encontrar. Y sumado a la sobremedida en los diámetros externos de las camisas, Riosulense lleva al mercado diversas piezas con sobremetal para todas las dimensiones, a fin de suplir todas las condiciones de instalación del bloque del motor.
Y todo eso pensando en el futuro. Al final, la nueva generación de motores va a exigir cada vez más de las camisas de cilindro, que deben quedar bajo condiciones extremas de esfuerzos mecánicos, fricción y temperaturas elevadas. Por eso, Riosulense está siempre perfeccionando el desarrollo de nuevos materiales: más fuertes, funcionales y resistentes!
Recordando que, en general, las camisas de cilindro se dividen en dos categorías: las camisas secas y las camisas mojadas. Las camisas mojadas se montan sin ningún tipo de interferencia, con contacto directo con el líquido de refrigeración, responsable de controlar la temperatura del motor. Las camisas secas se montan con interferencia y en contacto directo con el bloque del motor. Esto significa que las camisas mojadas llegan listas para ser instaladas, mientras que las camisas secas acaban teniendo que pasar por el proceso de esmerilado.
El papel del esmerilado en la camisa de cilindro
Y cuando hablamos en camisas de cilindro, es imposible no hablar también del proceso de esmerilado, una operación de mecanizado bastante común en las rectificadoras y que sirve para garantizar el acabado de la superficie interna de las camisas. Son aquellas tradicionales muescas y ranuras en ángulo que quedan por dentro de las piezas.
Estas marcas en la pieza ayudan en el control de consumo y retención de aceite para lubricación de la pared de los cilindros, además de ayudar en la disipación de calor entre los anillos y el cilindro, que varía según cada tipo de rugosidad. Es decir, el esmerilado en el diámetro interno es una operación fundamental para crear una superficie con rugosidad controlada y riesgos en posición angular para generar la retención de una película de aceite en la pared de la camisa.
Para aclarar todos estos puntos relacionados con camisas de cilindro, el Dr. Carro juntó fuerzas con Riosulense y fue hasta una rectificadora asociada para mostrar como las camisas secas y mojadas trabajan en el bloque del motor, como la instalación puede ser realizada y cómo el proceso de esmerilado funciona. Vea con nosotros:
¿Le gustó el video? Entonces a usted también le encantará saber que es parte de una serie de sugerencias y análisis que el Dr. Carro hizo en conjunto con Riosulense. También podrá revisar los otros materiales aquí en el blog, ¡esté atento!
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