¿Cuándo fue la última vez que revisaste el desgaste de neumáticos de tu coche? Esta sencilla pregunta, que todavía pilla por sorpresa a mucha gente, esconde una dura verdad: la mayoría de los conductores descuidan por completo el mantenimiento de los neumáticos de su vehículo y dejan de preocuparse por ellos hasta que es demasiado tarde.
Cuando hablamos de la seguridad y el rendimiento de un coche, cuestiones como los cuidados con el motor y sus componentes suelen ocupar los primeros puestos de la lista de prioridades. Sin embargo, los neumáticos también son una parte fundamental de esta estructura, y por eso, en el artículo de hoy, compartiremos algunos consejos importantes que le ayudarán a evitar situaciones problemáticas y alargar la vida útil de ellos.
Identificando los principales signos de desgaste de neumáticos
En primer lugar hay que dejar muy claro que los neumáticos juegan un papel fundamental en la estabilidad, tracción y capacidad de frenada de un vehículo. Esto significa que, al ignorar las precauciones sobre el desgaste de los neumáticos, no sólo obliga al motor y sus componentes a trabajar el doble para compensar estos factores, sino que también aumenta el riesgo de accidentes.
Sin mencionar, por supuesto, que conducir con neumáticos gastados o pelados constituye una grave infracción del Código de Tránsito Brasileño, que puede resultar en multas sustanciales y, en algunos casos, en la confiscación del vehículo. La buena noticia, sin embargo, es que la mayoría de los problemas causados por el desgaste de los neumáticos se pueden identificar fácilmente con una simple inspección visual. Y aquí te explicamos algunas de las fallas habituales:
1 – Desgaste irregular
El desgaste irregular de los neumáticos — aquellos casos en los que un neumático se desgasta más rápido que los demás — puede indicar problemas de alineación o suspensión. Conviene estar atento y buscar un taller especializado, ya que esto no sólo reduce la vida útil de los neumáticos, sino que también afecta al confort y la capacidad de conducción del vehículo.
2 – Aparición de burbujas
La aparición de burbujas o protuberancias en los laterales de los neumáticos es señal de que algo anda mal en el interior de ese componente. Esto puede provocar la explosión de un neumático mientras se conduce, lo que supone un gran riesgo para el conductor y otros usuarios de la carretera. ¡La recomendación es reemplazarlo lo antes posible!
3 – Defectos visibles en la superficie
Los cortes o grietas en la superficie del neumático pueden comprometer su integridad y afectar su capacidad de tracción en carreteras mojadas. Es un problema que generalmente ocurre en neumáticos muy viejos o en vehículos que pasan mucho tiempo estacionados sin la protección adecuada — y tiende a dañar todas los neumáticos al mismo tiempo.
4 – Profundidad de ranura insuficiente
Las ranuras de los neumáticos — esos pequeños botones goma — desempeñan un papel crucial a la hora de drenar el agua y adherirse al suelo. Los neumáticos con ranuras de rodadura muy poco profundas pueden provocar hidroplaneo y perjudicar el frenado de los coches que se conducen en días lluviosos. Es un problema que invariablemente aparecerá en neumáticos que ya se han usado mucho y no se puede hacer nada para solucionar la situación: la única solución es cambiarlos.
Cómo alargar la vida útil de tus neumáticos
Ahora que conoces algunos de los problemas más comunes causados por el desgaste de los neumáticos de tu coche, cabe mencionar que existe una serie de precauciones que se pueden tomar para frenar su deterioro y alargar su vida útil. ¡Fíjate!:
Verifique la calibración: Mantener la presión de los neumáticos dentro de las especificaciones del fabricante es fundamental. Los neumáticos demasiado inflados se desgastan más rápidamente y afectan el consumo de combustible.
Haga la rotación de sus neumáticos regularmente: Rotar periódicamente los neumáticos ayuda a distribuir el desgaste de manera uniforme, prolongando su vida útil.
Preste atención a la alineación: Asegúrese de que su vehículo esté correctamente alineado y balanceado. Por increíble que parezca, la falta de este cuidado sigue siendo una de las principales causas del desgaste excesivo de los neumáticos.
Evite sobrecargar el coche: Cada vehículo tiene una capacidad de peso máxima recomendada — puedes encontrar esta información en el manual. Respetar este límite ayuda a alargar la vida útil de tus neumáticos y además garantiza una frenada más eficiente en casos de emergencia.
Conduzca con precaución: Evite curvas bruscas, frenadas bruscas y colisiones con agujeros y obstáculos. Conducir con cuidado preserva la integridad de los neumáticos, es bueno para el bolsillo y, por supuesto, aumenta la seguridad en la carretera.
Mantenga una rutina de mantenimiento: Siga las recomendaciones del fabricante para inspecciones y cambios de los neumáticos. Recuerde que, después de un determinado kilometraje es necesario cambiar los neumáticos, incluso cuando todavía parezcan estar en buen estado.
Por último, no olvides que siempre es importante contar con mano de obra especializada y un taller confiable para realizar inspecciones periódicas y mantener un cronograma detallado de inspecciones periódicas. De esta manera, puedes estar seguro de que tus neumáticos siempre estarán en buenas condiciones y listos para afrontar cualquier desafío que pueda presentar la carretera.
